El conocimiento situado
Es una noción clave para la tradición feminista. Se refiere a una toma de conciencia por parte del sujeto sobre su posición concreta en el mundo. Esta toma de conciencia deriva en interés y conocimiento de aquellas condiciones que definen su entorno inmediato. Lo que consentirá la orientación de sus decisiones, habilitándose en el emprendimiento de acciones.
El conocimiento situado plantea la premisa de generar conocimiento a partir de la subjetividad y praxis y no sólo desde la teórica objetividad académica, por lo tanto reconoce que el conocimiento es un bien común. Esta producción de conocimiento sucede en situaciones reales, históricas y sociales particulares, lo que implica un cuestionamiento las nociones de un único conocimiento científico universal y desprovisto de factores políticos, culturales y sociales.